La hora de los intraemprendedores

La mitificación actual de la figura del emprendedor contrasta con el escaso apoyo que existe al emprendimiento dentro de la propia empresa, pese a su enorme potencial de transformación.

En los últimos años, la cultura startup ha calado tan profundamente que actualmente el 62 % de los millennials quieren ser emprendedores. Parece que casi todo el mundo desea montar una empresa y ser su propio jefe, aunque la realidad es este tipo de proyectos se hallan abocados al fracaso en el 90 % de los casos. Sin embargo, como estuvimos viendo en el encuentro Business Talks 2018 de IESE y Michael Page, existe otra manera de emprender que puede resultar igual de estimulante y ofrecer mayores garantías de éxito: el intraemprendimiento.

¿Qué es un intraemprendedor? Básicamente, se trata de un profesional que trabaja en una empresa y usa su talento y capacidades para liderar el lanzamiento de nuevos productos, servicios, proyectos, líneas de negocio, etc. con una mentalidad emprendedora. O, según la definición de Gifford Pinchot, quien acuñó el concepto intrapreneurship en 1985: “Los intraemprendedores son soñadores que hacen realidad sus sueños, dentro de una empresa”.

Aunque el intraemprendimiento es conocido y valorado en Estados Unidos, en Europa resulta mucho menos habitual. Solemos establecer una férrea división entre el directivo de empresa y el emprendedor, como si fueran dos perfiles totalmente diferenciados. Sin embargo, lo cierto es que la mayoría de los emprendedores han sido previamente profesionales que trabajaban para empresas, antes de lanzarse a la aventura de crear su propio negocio. Pero, ¿qué hubiera pasado si hubiesen tenido la opción de emprender sin tener que dejar la empresa en la que estaban?

 

diferencias emprendedor intraemprendorEn este sentido, aunque existen algunas evidentes diferencias entre los emprendedores y los intraemprendedores, no debemos olvidar que un mismo profesional podría llegar a asumir cualquiera de estos dos roles, en diferentes momentos de su carrera profesional.

¿Por qué las empresas necesitan intraemprendedores?

Vivimos en un ecosistema muy competitivo en el que las empresas deben reinventarse constantemente. Cuando todo cambia a tu alrededor, seguir haciendo lo mismo de siempre suele conducir al fracaso, por muy grande o consolidada que sea una compañía (solamente hace falta ver lo que está ocurriendo en gigantes de la gran distribución como El Corte Inglés). Sin embargo, vencer la resistencia al cambio en una organización empresarial no resulta fácil, sobre todo cuando los resultados aún acompañan y la necesidad de innovar no es apremiante.

Lo pude comprobar, por ejemplo, cuando era Director de Logística de Caprabo y lideré la externalización de la logística de su e-commerce para superar los cuellos de botella de capacidad de cada supermercado a la hora de preparar los pedidos online en la tienda, que era como se hacía hasta entonces. Fue una estrategia acertada que luego han seguido muchos otros minoristas de alimentación, pero en su momento chocó con algunas inercias internas.

En este sentido, un intraemprendedor dotado de la autonomía y los recursos adecuados puede ser capaz de superar estas inercias y resistencias para llevar la empresa a nuevos horizontes. Para ello, es posible aplicar diferentes enfoques de intraemprendimiento, como por ejemplo:

  1. Lanzar una nueva unidad de negocio, filial o startup que opere de manera independiente, pero dentro del paraguas del grupo empresarial.
  2. Comprar una startup o negocio emergente e integrarlo en el grupo empresarial, intentando no ahogar en exceso su libertad de maniobra.
  3. Participar en un ecosistema de intraemprendimiento, en colaboración con socios comerciales, proveedores estratégicos, clientes, etc.

Existe una cuarta alternativa, que es intentar transformar una empresa convencional en una organización con mentalidad de startup. Pero esto suele ser muy difícil, debido a las grandes inercias y resistencias internas. En este sentido, las organizaciones pequeñas y nuevas son más ágiles y adaptables, al igual que las organizaciones grandes resultan más resistentes y estables.

¿Qué necesitan los intraemprendedores?

A menudo, la necesidad de intraemprender no procede solo de la voluntad de adaptarse a los cambios del entorno mediante la innovación: puede ser un imperativo para atraer y retener el talento. Como veíamos al principio, cada vez más profesionales jóvenes quieren ser emprendedores porque sienten que su trabajo tiene más sentido en una startup… ¡aunque la realidad sea que cobrarán mucho menos que en una empresa clásica y pondrán en riesgo su carrera! ¿Cómo pueden atraerles/retenerles las empresas? La solución pasa por ofrecer entornos amigables al emprendimiento, que les permitan dar rienda suelta a su energía, bajo el resguardo de la compañía.

Para ello se requiere cumplir algunos aspectos básicos como:

  • Habilitar canales para que las nuevas propuestas innovadoras puedan fluir desde los niveles medios y bajos de la empresa hasta la dirección.
  • Definir unas reglas del juego de modo que el intraemprendedor sepa claramente con qué recursos, autonomía y capacidad de maniobra cuenta.
  • Crear equipos específicos para el proyecto con profesionales internos y externos que presenten una adecuada complementariedad.
  • Evitar la percepción interna de que existen privilegios para el intraemprendedor o su equipo, exigiéndoles una adecuada responsabilidad.
  • Ofrecer una retribución atractiva y ligada a los resultados, que puede incluir el reparto de acciones a los intraemprendedores.
  • Firmar un pacto de salida que especifique los pasos a seguir y las responsabilidades en caso de que el proyecto no resulte como se esperaba.

Y por último, lo más importante: el intraemprendimiento hay que creérselo. No tiene sentido jugar a ser innovadores a principios de año porque hay presupuesto, y cortar las alas al proyecto unos meses después cuando llega la hora de cuadrar las cuentas o aparece el vértigo ante los riesgos.

Hoy en el día, la figura del emprendedor está en un pedestal y las empresas, profesionales e instituciones aplauden y premian a quienes deciden asumir riesgos fuera de la empresa; sin embargo, hacer de emprendedor dentro de la empresa todavía no está bien visto.

¡Es hora de cambiar esa mentalidad apostando por los intraemprendedores!

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